viernes, 19 de enero de 2007


quizose secar la lágrima con las yemas de los dedos y comenzar de nuevo
pero confundióle el disparejo sinónimo empezar...
sintióse agarrada en falta, una vez más, en error y vacuidad,
pareció el cemento pesar menos que el hielo de la cabeza
la incógnita se le sigue escapando de los dedos